miércoles, 20 de mayo de 2009

Las muchas muertes de Superman (III Ultima parte)

Action Comics Nro. 387 (04/70) – Acto 3: “Even a Superman die!”
(Novaro. Superman 818. 23/06/71)












La tercer entrega nos muestra a Superman viajando por la Vía Láctea y salvando a unos astronautas que estaban congelados. Estos se impresionan reconociendo al antiguo superhéroe. Pero él no expresa emoción alguna ya que tiene un profundo cansancio y una gran desazón.
Como comprende que no puede viajar al pasado, se resigna a viajar hacia delante en el tiempo. Entonces avanza casi un millón de años en el futuro, al 999.970, siempre supervisado por la mirada inquieta del Amo del Tiempo y reconoce en un planeta frío y muerto a su planeta adoptivo. Se encuentra meditando acerca de lo que ve cuando descubre a dos robots gigantes, pertenecientes a una supuesta empresa de limpieza interestelar que están por destruir al planeta Tierra. Rápidamente los saca del paso cargándolos magnéticamente. Ambos robots se repelen al tener cargas idénticas y se pierden en la inmensidad del cosmos.

Entonces se dispone a efectuar su última gran tarea por la humanidad.

Con una herramienta que tomó de uno de los robots, taladra al planeta partiéndolo en dos. Reenciende el núcleo apagado, con su visión calorífica. Cambia el vacío generando una nueva atmósfera. Con una mezcla correcta de gases logra crear nubes. Trae flora y fauna de otros planetas y encuentra a unos cavernícolas extraterrestres fisonómicamente parecidos a los antiguos y extintos terrícolas de la era prehistórica. Los traslada encerrados en su caverna. Así aparecen en La Tierra los nuevos Adán y Eva. ¡Superman es Dios!

Una vez acabada la tarea, una extraña nave en forma de ancla de cuatro puntas, que en realidad es una poderosa arma, le dispara y Superman queda flotando herido de muerte.
La nave había sido diseñada y construída por un anciano Lex Luthor casi un millón de años atrás. Luthor presentía que Superman, si bien se encontraba desaparecido, no había muerto aún. Antes de morir, Luthor le pasa su energía transfiriéndole el sentimiento de odio que él tiene por Superman. La nave viaja por el espacio y el tiempo absorbiendo la energía negativa de todos los villanos condenados a muerte. Era una especie de aspiradora de maldad!!

Mientras agoniza, un Superman, muy debilitado es rescatado por robots científicos que finalmente logran curarlo. Pero él no desea ser inmortal ya que se encuentra muy sólo y entonces va, contra el consejo de los robots, al encuentro de un cometa que desintegra todo a su paso. Cuando llega al paso del cometa, la misteriosa nave lo vuelve a encontrar y la mente de Luthor, aún viva en el motor de la nave, se dispone a ultimarlo y juntos se desintegran sin que él se llegue a darse cuenta del origen de la poderosa arma.

Pero en el preciso instante en que empieza a desintegrarse, el superhéroe involuntariamente y a consecuencia de la velocidad desarrollada, viaja en el tiempo burlando al villano que lo confinó en el futuro y, reencarnando en sí mismo, vuelve a vivir toda su vida. Las imágenes de su memoria van sucediéndose rápidamente; su nacimiento, su primera infancia en Krypton, como Superboy en Smallville, como Clark Kent cuando es contratado por Perry White en El Planeta y finalmente regresa al punto en donde comienza nuestra historia. Es entonces cuando se percata de que la esfera que lo había metido en el problema había desaparecido. Claro, el había viajado y la esfera quedó perdida en el año 101970. Santas paradojas!! Diría Robin. Para ir terminando. Como se pudo observar, la muerte relatada en las páginas de Action Comics de los años setenta es mucho más interesante que la que leímos en los noventa.

Claro, para no repetir que todo tiempo pasado fue mejor, podemos aclarar que la de los setenta tenía varias “inocentadas” dignas de esos años. Pero nadie puede negar que si la hubieran reescrito en 1993, no hubiese sido infinitamente más interesante que la que finalmente tuvo como co-protagonista a Doomsday.

En futuras notas repasaremos la tercera muerte de Superman. Esta vez producida por una peste originada por su debilidad más grande. La kryptonita verde. Y veremos que el material es aún más aprovechable, si cabe, para una apropiada “remake”.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente serie de artículos sobre Súperman. Coincido, es una historia que, actualizada, sería muchísimo mejor que la muerte de Superman del 93, aunque claro, no hubiera dado lugar a el reino de los 4 Supermanes, o la resurrección de Superman.

Sr. Cairo dijo...

jaja!
Totalmente...
Hay que vender!!!

y eso que el reinado, dentro de todo, me gustó.
Dentro de toda la bofia que hicieron con Superman en los últimas decenas de años, es de lo que más me gustó.

Gracias y un abrazo